La tecnología de la OCT ha revolucionado el modo en el que los profesionales de la oftalmología examinan a los pacientes y tratan las enfermedades. Las sencillas mediciones del grosor de la mácula y la capa de fibras nerviosas de la retina peripapilar han evolucionado a análisis sofisticados de la retina, las células ganglionares, el nervio óptico y el segmento anterior. Ahora, la angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCT-A) abre una frontera totalmente nueva dentro de la oftalmología con la captura no invasiva de imágenes de la vasculatura retiniana y coroidea.
La OCT-A aprovecha la variación basada en el movimiento dentro de las imágenes secuenciales de OCT para crear capturas de imágenes de alta resolución de la vasculatura retiniana y coroidea. Cada escaneo OCT se repite hasta cuatro veces en rápida sucesión en la misma ubicación. Dado que el tejido retiniano no se mueve durante unos pocos milisegundos, la única diferencia entre los cuatro escaneos debería ser el movimiento de los glóbulos rojos dentro de los vasos sanguíneos. Entonces se utiliza la ubicación de los glóbulos rojos para crear imágenes de la vasculatura denominadas angiografías por OCT.