Estoy orgulloso de
mi trabajo

El ingeniero de servicio de campo facilita el trabajo diario de los profesionales de la medicina de toda Baviera instalando, manteniendo y reparando microscopios quirúrgicos diseñados para neurocirugía, cirugía ocular y otras disciplinas. Asesora a usuarios de hospitales, consultas médicas e institutos de investigación y se asegura de que todo funcione sin problemas. "Los médicos deben poder centrarse en su trabajo principal y no tener que lidiar con la tecnología" explica Patrick.

Es una gran responsabilidad para él: "No es como si estuviera reparando una máquina de chicles. Una vez terminado mi trabajo, me pregunto: si yo estuviera en su lugar, ¿me pondría debajo de este equipo? ¿O querría que lo hicieran mi mujer o mi hijo?" dice el padre de familia al describir sus normas de calidad. Y añade: "Antes de salir del centro médico, vuelvo a apretar todos los tornillos para asegurarme de que dejo un microscopio totalmente funcional."

Patrick ha encontrado su pasión. Pero no existe un aprendizaje tradicional para los ingenieros de servicio de campo. Su entrada en la empresa fue poco convencional. ¿Que cómo llegó a su posición? Tras terminar la enseñanza secundaria, se formó como mecánico. Un amigo le introdujo entonces en la profesión como ingeniero de servicio. Se dio cuenta de que le gustaba y empezó a reparar lavavajillas, incluso en hospitales. Esto hizo que Patrick se interesara por la tecnología médica y se sacó el título de técnico médico certificado por el Estado.